El distanciamiento y la higiene como parte de la nueva normalidad en las empresas de alimentos
Por Belkys Mercedes
Con la llegada del SARS-CoV-2 el mundo cambió y es que este nuevo virus, con un nivel de contagio rápido, se impuso doblegando hasta las naciones más poderosas en todos los niveles, incluyendo el industrial.
La enfermedad por coronavirus Covid 19, se transmite de persona a persona a través del contacto físico por gotitas al toser o estornudar y se propaga tan fácil hasta sin haber sentido síntomas. Una forma eficaz de prevenir es cumplir con las medidas de distanciamiento y aplicando buenas prácticas de higiene.
Las empresas de alimentos desplegaron estrategias para resguardar el personal asegurando los procesos productivos y la logística de distribución. Nuevas estrategias se consideraron porque ya no era suficiente con el uso de mascarillas, redecillas y otros elementos de protección personal, sino que había que crear barreras para evitar brotes.
Siempre a la vanguardia, el Grupo SID implementó protocolos de protección para todas las empresas que lo conforman, desplegando una serie de medidas y lineamientos corporativos de carácter obligatorio compatibles con las medidas tomadas por el Ministerio de Salud Pública de nuestro país como son: cumplimiento con el distanciamiento físico de 1 metro, reporte diario del estado de salud mediante la plataforma S.A.F.E, comunicación constante mediante correos informativos, campaña visual de los líderes con mensajes de prevención, entre otras.
En las jornadas de las áreas productivas donde las operaciones propias de elaboración de alimentos requieren cierto acercamiento, se tomaron medidas reforzando el uso de las mascarillas, tareas ejecutadas con personal mínimo aceptable para operar, restricción en la cantidad de personas en áreas cerradas como comedor, baños, lavanderías y oficinas. Se habilitaron espacios abiertos para el descanso de los colaboradores y se dispuso transporte seguro del personal con ruta desde sus hogares a las empresas, retornándolos a sus casas al final de la jornada.
En adición, surgieron dos proyectos robustos: creación del plan de contingencia y el programa de desinfección semanal que abarca desde las superficies de contacto más frecuente, así como los equipos, calles, comedores y hogares de los colaboradores. Se implementaron métodos como aplicación de ozono con bomba manual, lámparas de radiaciones ultravioleta y uso de alcohol al 70%. Por la efectividad de este programa, se mantiene al día de hoy logrando con éxito controlar el índice de contagio en todos los sites del Grupo.
Según las últimas cifras oficiales emitidas por el Ministerio de Salud Pública y los diferentes organismos internacionales que mantienen registros actualizados de indicadores de contagio, es notable la reducción que se experimenta a escala mundial. Podemos ir visualizando el contexto de que la pandemia está cediendo y por causa – efecto, preparar planes para ir reduciendo los estrictos controles de higiene y seguridad implementados con el fin de evitar el contagio del SARS-COV-2. No obstante es importante resaltar, la importancia de mantener aquellas que fortalecen nuestros procesos y garantizan la salud de todos los colaboradores.