Cuando hablamos de plagas nos referimos a cualquier animal o insecto no deseado, incluso aves, roedores, moscas, larvas, entre otros. Las plagas representan un riesgo importante para la inocuidad de los alimentos ya que pueden ser una fuente de microorganismos patógenos y de descomposición.
Las normas y la legislación requieren que las empresas tomen todas las medidas que sean razonablemente necesarias con los productos, las superficies en contacto con los alimentos y los materiales de empaque, para protegerlos de cualquier tipo de contaminación.
Las plagas constituyen un riesgo a la salud y actúan como vectores de una gran cantidad de enfermedades que afectan al ser humano. Estas enfermedades varían en gravedad existiendo algunas que pueden ser mortales, como la tuberculosis, que puede ser transmitida por moscas, o la salmonelosis, y la toxoplasmosis, transmitidas por roedores.
En Grupo SID contamos con tres grandes áreas de operaciones: las plantas de procesamiento, los almacenes y los centros de distribución. En cada una de estas áreas se debe mantener un control estricto. Se requiere un monitoreo rutinario para la detección y la eliminación de
plagas en los edificios completamente cerrados. En los que están parcialmente cerrados, se requiere, además, un seguimiento a las zonas expuestas para evitar cualquier establecimiento no deseado.
Existen una serie de acciones preventivas que minimizan el riesgo de una infestación por plagas; acciones de baja complejidad de implementación, pero que tienen un potencial enorme como control preventivo y que definitivamente ayudan a evitar contaminación.
Acciones preventivas que aplicamos para el control de plagas
- Inspecciones periódicas de paredes, ventanas y sellos de las puertas, para asegurar que no existan pequeñas aberturas por donde puedan acceder las plagas. Si la apertura deja pasar la luz puede entrar una plaga.
- Uso de redes o mallas en los techos y las entradas para evitar que las aves se aniden.
- Mantener las áreas externas limpias, podadas y libres de desechos, malezas o equipos en desuso, que pueda servir como refugio a las plagas.
- Mantener una frecuencia de recogida de basura constante, manteniendo los zafacones cerrados y no sobrellenarlos.
En la medida de lo posible, mantener el producto cubierto. - Mantenga un monitoreo constante de las trampas para tener un control de cualquier actividad.
- Deje un espacio libre entre las paredes y las tarimas y/o cajas de productos. La distancia debe ser de 18 pulgadas o medio metro, de forma que permita el paso de una persona que pueda inspeccionar el área.
- Pintar los bordes del piso de blanco en los almacenes de forma que pueda detectarse rápidamente cualquier evidencia.
- Hacer uso de tarimas. La materia prima y el producto terminado no deben colocarse sobre el piso.
- Los productos averiados, rotos o con derrames, deben ser retirados de inmediato y efectuar la limpieza correspondiente.
- Sólo consumir alimentos en las áreas designadas.
- En caso de que observe residuos sueltos o zafacones sobrellenados, repórtelo.
- Nunca deje los desechos fuera del zafacón.
Las plagas necesitan agua, alimento y albergue. Controlando estas tres variables aumentamos la eficacia de la gestión preventiva, garantizando un producto más seguro en la mesa de nuestras familias y consumidores.