Es una pregunta que, empíricamente, podríamos responder con un sí. Los usuarios en las redes se ven constantemente en la posición de querer adquirir algo porque lo han visto en el perfil de un amigo o de una figura reconocida, aunque también puede ser directamente en la página de la compañía que lo ofrece, si esta logra brindar un contenido atractivo. 

Desde el «boom» del internet en los años 90, el surgimiento de los nuevos medios de información se hizo inminente, adoptando diferentes formas y dando paso a lo que conocemos como redes sociales. El hecho de que Facebook cuente con más de un billón de cuentas es un indicador de que las personas no solo quieren ser encontradas, sino también encontrar, por lo que no resulta sorprendente que los mercadólogos incursionen en el mundo digital para lograr el posicionamiento de un producto. 

Imagina esto: Tras un largo día de trabajo, quieres relajarte e ingresas a tus redes sociales para pasar el rato. Allí encuentras todo tipo de fotos: la prima con su antes y después de perder peso, tu amiga del colegio que se acaba de comprometer, frases que te motivan a ser mejor persona y un producto que te llama la atención! Se podría decir que ahí es que radica gran parte del potencial que tienen las redes sociales en el marketing, ya que, en tu tiempo de ocio, estás más relajado y ves las cosas con más detenimiento, y si te topas con algo que has estado buscando o que te encantó desde que lo viste, no dudarás en contactar a esa empresa y realizar tu compra.  

Otro aspecto a tomar en cuenta es que el cliente actual y el cliente potencial puede acercarse más a la marca y conocer cuáles son los atributos que la identifican, lo que abriría paso a una conexión que se puede traducir en fidelidad. Sin embargo, las ventajas no se detienen allí, porque el perfil de una empresa de productos o servicios se puede prestar como catálogo de lo que ofrecen, y así, sin movernos de la comodidad de nuestro hogar, podemos elegir qué regalos comprar, en cuál restaurante comer y que película ver en el cine. 

Los comentarios por esa vía también son importantes, ya que suelen ser los más honestos y pueden impactar positiva o negativamente a un negocio, y basándonos en eso podemos afirmar que el contenido que los consumidores ven en las redes incide en lo que compran. 

Según datos de la firma Gallup, durante el 2013, en Estados Unidos se invirtió 5,100 millones de dólares en publicidad en las redes sociales, lo que pone en evidencia su creciente importancia para los empresarios y para los clientes potenciales. El estudio también reveló que el 62% de los adultos entrevistados no consideran que las redes influyen en sus decisiones de compra, otro 30% dice que influyen en cierta forma y un 5%, que influyen grandemente. Sin embargo, es importante destacar las edades de los encuestados, ya que en el caso de los millenials (jóvenes nacidos entre 1980 y el 2000), un 52% afirma que las redes sí intervienen en lo que disponen adquirir. 

De todas formas, lo más importante a resaltar es que las personas se ven más motivadas a comprar un producto que vio en las redes si la recomendación la hizo un experto o si ve que un conocido lo está utilizando, lo que significa que las páginas oficiales de las empresas no son la principal influencia. Eso indicó los resultados de una encuesta realizada por Market Force, donde el 80% de los entrevistados estuvo de acuerdo con esa afirmación.  

Por ser algo relativamente reciente, el poder y la influencia de las redes sociales apenas está saliendo a relucir, ya que es la realidad que vivimos diariamente y no siempre ésta es analizada. Lo que sí es seguro es que el posicionamiento en la web ha pasado a ser una de las prioridades de las empresas y de los empresarios porque, de no participar en este mar de información global, quedarían en el olvido.